El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, califica los incendios como una devastación extrema que ha afectado a la ciudad californiana.
Durante una conferencia en la Casa Blanca, el presidente Joe Biden expresó que la situación en Los Ángeles, devastada por intensos incendios forestales, le recordaba a un «escenario de guerra». Afirmó que los incendios, que continúan arrasando barrios emblemáticos, como las colinas de Hollywood, causaron hasta ahora 10 muertes y la destrucción de miles de viviendas. El presidente indicó que los vientos feroces habían desbordado los esfuerzos iniciales para controlar las llamas, aunque, gracias a una pausa en las ráfagas, se logró hacer frente a las llamas. No obstante, se prevé que las condiciones meteorológicas empeoren la próxima semana.
El mandatario también mencionó que los saqueos se habían convertido en una amenaza en medio del caos, por lo que se impuso un toque de queda en algunas zonas afectadas de la ciudad. Aseguró que el gobierno federal había desplegado apoyo militar y de la Guardia Nacional para brindar seguridad a las comunidades devastadas por los incendios, señalando que existían pruebas claras de saqueos en las áreas afectadas.
A lo largo de su intervención, Biden advirtió sobre los peligros de la desinformación que circula sobre los incendios, sugiriendo que ciertos actores políticos intentan manipular la situación para obtener beneficios, en lo que podría ser una referencia indirecta al presidente electo, Donald Trump, quien ha difundido declaraciones erróneas sobre los siniestros.
Por su parte, los bomberos continúan enfrentándose a condiciones extremas. Aunque las ráfagas de viento disminuyeron temporalmente, el clima sigue siendo crítico debido a la baja humedad y la vegetación seca. Se anticipa que los vientos regresarán con más fuerza en los próximos días, complicando aún más las labores de extinción.