El gobierno de Laredo firmó una Declaración de Desastre con el propósito de frenar la llegada de cientos de inmigrantes de otras fronteras, de los cuales muchos arriban contagiados por COVID-19, creando un peligroso riesgo de contagios masivos en la comunidad.
En dicha declaración, se asegura que la Aduana y La Protección Fronteriza está liberando a una gran cantidad de migrantes a Laredo, Texas, de los cuales muchos de ellos están infectados por el virus y expuestos, complicando la situación porque los albergues ya están saturados al máximo.
Explica el alcalde que Laredo se encuentra en una posición excepcionalmente desproporcionada que cualquier otra ciudad fronteriza porque no cuenta con los servicios médicos suficientes y ya ha rebasado la capacidad hospitalaria.
Además, por si fuera poco, dice, la ciudad no está equipada con una unidad pediátrica para atender a las unidades familiares en caso de que surja una emergencia.
De hecho, un bebé de tres meses que formaba parte de una unidad familiar enviada en autobuses, fue trasladado al hospital con síntomas de COVID-19.
Como resultado, el municipio presentó una solicitud para una audiencia de emergencia pidiendo a la jueza federal de los Estados Unidos, Diana Saldaña, que se pronuncie sobre una solicitud de una orden de restricción temporal para detener los autobuses con migrantes que ingresan a Laredo, Texas, reiterando que Laredo se encuentra actualmente en una condición más crítica que cuando se presentó la demanda original, ya que los casos de COVID-19 continúan aumentando.
Mientras tanto, el gobierno federal reinició el envío de autobuses a esta ciudad desde el pasado domingo y ayer llegaron 283 migrantes a bordo de varios autobuses y ahora están al cuidado de albergues locales.
“Nuestro destino para resolver este problema está en las manos de la corte”, afirmó el alcalde Pete Sáenz.
“Continuamos monitoreando la situación y se necesitan acciones rápidas, ya que nuestra ciudad enfrenta una crisis de salud pública. La afluencia de migrantes en autobuses creará más problemas ya que nuestros hospitales carecen de personal y las organizaciones no gubernamentales están a su máxima capacidad”, puntualizó.