Con 793 casos activos, y una tasa hospitalización que rebasa ya el 13 por ciento, además de tres fallecimientos, Laredo se encuentra a un paso de volver a cerrar todas las actividades económicas, como gimnasios, bares, Iglesias y otros giros productivos, dentro de un nuevo embate pandémico que está llegando a niveles alarmantes.
Por mandato estatal, si el porcentaje de hospitalizaciones llega al 15 por ciento y se mantiene por más de 7 días consecutivos, automáticamente procederán las autoridades a suspender la operación de todos los negocios que conglomeran personas, para mitigar la nueva ola infecciosa.
Y, por si fuera poco, los dos hospitales más importantes como son el Centro Médico de Laredo y el Hospital de los Doctores reportan que ya se encuentran más que desbordados, tanto que ya no tienen camas y las salas de Cuidados Intensivos ya se encuentran repletas, sin espacios para más pacientes.
Tan grave es el problema, que varios pacientes de COVID-19 y hasta una persona heridas de bala, se encuentran haciendo fila en los en las Salas de Emergencia en espera de ser atendidos, dentro de un drama de salud pública agravada por la falta de personal médico que enfrentan ambos nosocomios.
Es, una situación en que las autoridades están recomendando a la comunidad no salir de casa si no es necesario, evitar lugares concurridos, usar permanentemente las mascarillas y desinfectarse las manos con gel, además de practicar la sana distancia.
En recientes declaraciones, la Autoridad Médica del Departamento de Salud, doctor Víctor Treviño, advirtió que ya Laredo se encuentra en un tercer rebrote infeccioso, por lo que resulta por demás necesario que los residentes se adapten de nuevo a esta situación, tomando en cuenta que la nueva variante Delta, altamente contagiosa, se encuentra también en nuestra comunidad y ha sido factor de más muertes y que los activos se estén disparado de manera impresionante.
Los últimos datos pandémicos, indican que Laredo registra una tasa de hospitalización del 13.27 por ciento, con 713 casos activos y 870 decesos, cifras que subirán ascendiendo diariamente, lo que mantiene a la población aterrorizada y más aún porque falta menos de una semana para que inicie el nuevo año escolar, el cual será presencial, a pesar que niños están siendo ya infectados por el virus y no existe, aún, una vacuna que los proteja.