Los rumores han encendido la emoción de millones de fans en todo el mundo. Fuentes cercanas a la NFL y al medio Page Six, apuntan a que la icónica cantante Adele está en pláticas para encabezar el codiciado show de medio tiempo del Super Bowl LXI en 2026.
Aunque no se ha confirmado ningún acuerdo oficial y su participación no está asegurada, la noticia ha generado un gran revuelo, especialmente porque no es la primera vez que se habla de Adele en relación con el gran evento deportivo.
LA ARTISTA QUE DIJO “NO” AL SHOW EN 2016 Este rumor adquiere especial interés debido a un precedente.
En 2016, Adele reveló a su público en un concierto de Los Ángeles que había rechazado una oferta para el Super Bowl de 2017, argumentando que “ese show no es sobre música” y que ella “no puede bailar ni nada de eso”.
En su lugar, Lady Gaga fue quien lideró el show, considerado como uno de los más icónicos en la historia del medio tiempo. Sin embargo, a casi una década de su icónica negativa, los “insiders” afirman que la cantante está en negociaciones con la NFL y Roc Nation, la productora del show de medio tiempo de Jay-Z.
El próximo Super Bowl se jugará en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California. ¿UN SUPER BOWL SIN BAILE? Si Adele aceptara el espectáculo, su actuación se diferenciaría drásticamente de las recientes, que se han caracterizado por la alta energía, elaboradas coreografías y grandes espectáculos visuales.
En cambio, se esperaría que la actuación de la británica se centre en la potencia de su voz y en sus emotivas baladas, creando un show único en la historia del evento.
¿QUIÉN MÁS ESTÁ EN LA LISTA DE RUMORES? Aunque Adele es el nombre que más resuena, los reportes también mencionan a otros grandes artistas que están siendo considerados para el show de medio tiempo de 2026.
Taylor Swift es una de las candidatas más recurrentes en los rumores, al igual que Miley Cyrus, quien con su reciente éxito y carisma se ha posicionado como una fuerte contendiente.
La NFL y Roc Nation suelen tener una lista de varios candidatos antes de tomar la decisión final, lo que mantiene la expectativa sobre quién será el o la artista elegida para el Super Bowl LXI.