Las autoridades de Islandia han reducido el nivel de amenaza del volcán que entró en erupción a principios de semana en la región que rodea el sistema volcánico de Svartsengi, después de haber evacuado a más de 4 mil habitantes debido a la actividad sísmica previa.
La erupción, que ocurrió en el suroeste de Islandia el pasado lunes, llevó a la evacuación completa de una localidad y provocó una preocupación generalizada. Sin embargo, la ausencia de actividad visible en el volcán ha llevado a las autoridades de Protección Civil a bajar el nivel de «emergencia» a «peligro».
A pesar de esta disminución en la alerta, la oficina meteorológica de Islandia advierte que el peligro aún persiste, ya que el magma continúa acumulándose en la región de Svartsengi. Existe una creciente posibilidad de que esta acumulación provoque otra intrusión de diques y, en última instancia, una nueva erupción volcánica.
Las autoridades locales están monitoreando de cerca la situación y han instado a la precaución, ya que el riesgo de una erupción futura no puede ser descartado por completo. Aunque por el momento no hay actividad visible en el volcán, la acumulación de magma sigue siendo motivo de preocupación y vigilancia constante por parte de las autoridades pertinentes.
La erupción inicial generó inquietud tanto local como internacionalmente, con la atención puesta en las acciones de respuesta y seguridad implementadas por las autoridades islandesas. Aunque se ha reducido el nivel de amenaza, se mantiene un seguimiento minucioso debido a la incertidumbre sobre la evolución del sistema volcánico de Svartsengi y la posibilidad de una erupción posterior.
El impacto continuo de esta actividad volcánica sigue siendo motivo de atención global, ya que Islandia, conocida por su paisaje volcánico único, enfrenta el desafío constante de gestionar y responder a estos eventos naturales para garantizar la seguridad de sus habitantes y visitantes.