El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, confirmó este martes el fin oficial de la guerra con Israel tras doce días de enfrentamientos, luego de que ambas naciones acordaran un alto al fuego impulsado por Estados Unidos. La tregua fue anunciada por el presidente Donald Trump y entró en vigor por la mañana, marcando el inicio de una pausa en la escalada bélica que dejó más de 600 muertos, principalmente en territorio iraní.
Pezeshkian calificó el conflicto como una “guerra impuesta” por el “régimen sionista” y aseguró que su país logró resistir los embates, manteniendo intactas sus instalaciones nucleares y estabilidad interna. “El enemigo fracasó en sus intentos por destruir nuestro conocimiento nuclear o desestabilizar al país”, dijo en un mensaje televisado. El mandatario también celebró lo que denominó como un castigo histórico a Israel, mientras llamó a su pueblo a mantenerse firme en sus convicciones científicas y soberanas.
El conflicto se desató el pasado 13 de junio, cuando Israel bombardeó instalaciones nucleares iraníes, lo que provocó una respuesta contundente de Teherán con el lanzamiento de misiles y drones sobre blancos israelíes. Durante los enfrentamientos, Irán sufrió el mayor número de víctimas: al menos 610 muertos y más de 4,700 heridos, en su mayoría civiles. En Israel, se reportaron 28 decesos.
Horas antes del anuncio iraní, Donald Trump había informado que su gobierno negoció la tregua como parte de los esfuerzos por evitar una expansión regional del conflicto. La comunidad internacional, incluida la ONU, China, Francia, Alemania y Rusia, instó a ambos gobiernos a frenar la violencia y retomar el diálogo. Por su parte, organismos como la Cruz Roja solicitaron acceso inmediato para brindar asistencia humanitaria a los heridos y desplazados, especialmente en Irán.
Aunque el alcance de los daños aún está en evaluación, Irán sostiene que su infraestructura crítica no fue devastada y afirma haber ganado una “victoria moral”. Analistas internacionales consideran que la intervención de Trump evitó que la guerra escalara a un escenario aún más peligroso en Medio Oriente.









