El Inter de Milán firmó una noche histórica al empatar 2-2 con el Bayern Múnich en el estadio Giuseppe Meazza y sellar su pase a las semifinales de la UEFA Champions League, gracias a la ventaja de 2-1 conseguida en el duelo de ida en Alemania. Con un marcador global de 4-3, el conjunto dirigido por Simone Inzaghi mostró temple, resistencia y carácter para superar a uno de los favoritos del torneo.
El equipo italiano no solo contuvo los embates de un Bayern volcado al ataque, sino que supo capitalizar sus oportunidades para igualar el encuentro y evitar sobresaltos en el tramo final. Lautaro Martínez, símbolo de esta nueva etapa del Inter, fue una pieza clave en el esquema del técnico italiano, liderando la ofensiva y contagiando intensidad a sus compañeros.
Con este resultado, el Inter se prepara para enfrentar al Barcelona en la antesala de la final, en una eliminatoria que promete emociones por el peso histórico y presente de ambos clubes en la competición europea. Para el Bayern, la eliminación significa un nuevo tropiezo en sus aspiraciones continentales, a pesar del poderío mostrado en la fase de grupos y octavos.
El Inter ha demostrado tener la solidez defensiva, el oficio en el mediocampo y el desequilibrio necesario para soñar en grande. La Champions se acerca a su recta decisiva y el cuadro neroazzurro, impulsado por su afición y una mentalidad ganadora, quiere volver a tocar la gloria en el máximo torneo de clubes del mundo.