La redada en Canal Street desató protestas y cuestionamientos legales por presunto acoso migratorio y uso excesivo de la fuerza.
NUEVA YORK.- Un día después de una amplia redada federal en Canal Street, en Manhattan, el ambiente entre los vendedores ambulantes era de temor y molestia.
La operación, encabezada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), derivó en la detención de 14 personas, incluidos inmigrantes y manifestantes.
De acuerdo con las autoridades, la intervención se centró en la presunta venta de productos falsificados, aunque testigos y comerciantes denunciaron un trato discriminatorio y excesivo por parte de los agentes, algunos de ellos encapuchados.
“Les pedían pasaporte a todos los africanos que estaban aquí”, relató Awa Ngam, ciudadana estadounidense originaria de Mauritania, quien aseguró haber sido interrogada sobre su estatus migratorio pese a presentar una identificación válida.
Durante la redada y las horas posteriores, se registraron protestas espontáneas en la zona. Activistas y transeúntes se enfrentaron verbalmente con los agentes, bloqueando por momentos los vehículos oficiales.
Videos difundidos en redes sociales muestran a agentes utilizando fuerza para dispersar a manifestantes, incluso empujándolos al suelo y amenazándolos con pistolas eléctricas.
El Departamento de Seguridad Nacional confirmó que nueve personas fueron arrestadas por presuntos delitos migratorios, cuatro por agresión a agentes federales y una más por obstrucción de la autoridad.
Según la vocera Tricia McLaughlin, varios de los detenidos ya enfrentaban cargos previos por robo, violencia doméstica o falsificación.
La fiscal general del estado, Letitia James, pidió a los ciudadanos enviar fotos o videos de la redada para determinar si hubo violaciones a los derechos civiles.
En tanto, el alcalde Eric Adams aseguró que el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) no participó en el operativo, y reiteró que “los neoyorquinos indocumentados que buscan alcanzar el sueño americano no deberían ser blanco de acoso policial; los recursos deben centrarse en los criminales violentos”.
Carteles colocados en postes y muros del vecindario llamaban este miércoles a los inmigrantes en riesgo de detención a contactar líneas de apoyo legal, mientras muchos vendedores optaron por no salir a las calles ante el temor de nuevas redadas









