México enfrenta un preocupante incremento en casos y muertes por dengue, registrando un aumento de más del 50% en comparación con el año anterior. Hasta el 21 de octubre de 2024, se han confirmado 86,556 casos de dengue en el país y 208 muertes derivadas de esta enfermedad viral, según el Panorama Epidemiológico de Dengue 2024 de la Secretaría de Salud. En el mismo periodo de 2023, los casos sumaban 37,452 y las muertes 88, evidenciando una preocupante tendencia al alza.
Este año, las entidades que concentran el 41% del total de casos confirmados son Jalisco, con 11,238 casos; Nuevo León, con 6,349; Veracruz, con 6,005; Guerrero, con 5,952; y Morelos, con 5,817. El serotipo 3 del virus es el que continúa teniendo mayor circulación en estas regiones, lo cual representa un desafío importante para los esfuerzos de contención, ya que este tipo en particular ha demostrado ser más difícil de controlar debido a su capacidad de propagación y su impacto en áreas urbanas y rurales.
Del total de casos confirmados, 49,115 corresponden a dengue no grave, mientras que 34,691 presentan signos de alarma y dengue grave. Los casos más severos, clasificados como dengue grave, alcanzaron un total de 2,750, lo que representa una fracción significativa del total y subraya la gravedad de la epidemia en curso. A pesar de los esfuerzos de las autoridades sanitarias, la enfermedad continúa expandiéndose rápidamente. Cabe mencionar que hasta la semana epidemiológica 42, solo la Ciudad de México y Tlaxcala se mantienen sin reportar casos confirmados de dengue, siendo las únicas dos entidades del país con esta condición.
En cuanto a los fallecimientos, las 208 muertes registradas en lo que va del año se distribuyen en 20 estados de la República. Morelos encabeza la lista con 46 decesos, seguido de Guerrero con 30, Michoacán con 18, Oaxaca con 16 y Tabasco con 14. Estos cinco estados acumulan la mayor cantidad de muertes, reflejando el impacto que el dengue ha tenido en zonas donde la población enfrenta condiciones de salud pública desafiantes y acceso limitado a atención médica oportuna.
Este incremento en la incidencia de dengue plantea un reto significativo para el sistema de salud mexicano, que se ha movilizado en varias regiones con campañas de fumigación y eliminación de criaderos de mosquitos, principales vectores del virus. Sin embargo, la persistencia y expansión del dengue subraya la necesidad de fortalecer la prevención y el tratamiento, además de implementar estrategias de educación en comunidades afectadas, ya que la prevención sigue siendo la medida más efectiva para combatir esta enfermedad.