El presidente Andrés Manuel López Obrador lideró la inauguración de la primera fase del proyecto «Agua Saludable para La Laguna» en Lerdo, Durango. Este proyecto tiene como objetivo reemplazar el agua subterránea por agua superficial tratada, abordando el grave problema de niveles de arsénico que han superado los límites permitidos. Desde 1991 hasta 2000, el 60% del acuífero mostró concentraciones de arsénico mayores a .025 miligramos por litro.
El director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Germán Martínez Santoyo, explicó que la sobreexplotación del acuífero principal de la laguna ha sido la principal fuente de abastecimiento por décadas, lo que ha llevado a su agotamiento proyectado en 36 años si continúa el ritmo actual de extracción. Esta explotación ha resultado en la necesidad de perforar pozos cada vez más profundos, con agua que supera las normas de arsénico, causando problemas de salud en la comunidad.
Se han realizado estudios hidrológicos alrededor del río Nazas, que alimenta las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco. Estos estudios indican que el caudal del río puede proporcionar agua para abastecer a 2.2 millones de personas durante las próximas tres décadas sin afectar otros usos, cumpliendo con los decretos establecidos para uso agrícola desde 1988.
El gobernador de Durango, Esteban Villegas, enfatizó que este proyecto cambiará radicalmente la vida en la comarca lagunera, brindando una solución crucial a los problemas de salud asociados con el agua contaminada y asegurando un futuro sostenible para la región. El proyecto busca dejar de extraer agua de los pozos para permitir la recuperación de los mantos freáticos y ofrecer un futuro más prometedor para las generaciones venideras.
La iniciativa «Agua Saludable para La Laguna» abarca la construcción de una planta potabilizadora que beneficiará a nueve municipios en Coahuila y Durango, atendiendo a una población significativa y apuntando a resolver la crisis de arsénico en la región.