La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) anunció que las iglesias católicas del país abrirán sus puertas como refugios para los migrantes deportados desde Estados Unidos, especialmente en medio de las redadas que han afectado incluso a templos religiosos en territorio estadounidense. Este esfuerzo busca ofrecer ayuda integral a las personas en situación de movilidad.
La Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana, liderada por los obispos Eugenio Lira Rugarcía y Héctor Mario Pérez Villarreal, detalló que las iglesias brindarán techo, alimento, atención médica y apoyo emocional y espiritual. También se ofrecerá asesoría legal para trámites migratorios y ayuda para contactar a familiares o conseguir documentación. Esta iniciativa cobra especial relevancia durante el crudo invierno que afecta tanto a Estados Unidos como a la frontera norte de México.
Los prelados subrayaron la difícil situación que enfrentan los migrantes, quienes viven con temor y angustia debido a las políticas migratorias estadounidenses. A través de un comunicado, reiteraron su solidaridad y su compromiso de continuar trabajando en su protección. Además, destacaron que diversas diócesis y organizaciones, tanto en México como en la frontera, están colaborando activamente en la defensa de estas personas.
Se hizo un llamado a la sociedad, incluyendo instituciones católicas, universidades, comunidades religiosas y laicas, para unirse a esta causa, recordando la enseñanza cristiana de tratar a los demás como se desearía ser tratado. La iniciativa también busca coordinar esfuerzos con las autoridades y organizaciones civiles para brindar esperanza y seguridad a los migrantes.
La información sobre los centros de atención está disponible en https://depmh.org/mapa/. Este esfuerzo refuerza la misión humanitaria de la Iglesia Católica en un momento crítico para miles de familias migrantes.









