El gigantesco iceberg A23, que se desprendió de la costa de la Antártida hace más de un mes, continúa su desplazamiento y representa una amenaza para las rutas de alimentación de las especies marinas. Científicos advierten que su presencia podría obstaculizar la alimentación adecuada de animales y afectar a sus crías.
Más de un mes después de su desprendimiento en noviembre del año pasado, el iceberg A23, conocido por ser el más grande del mundo, sigue a la deriva y se ha convertido en un punto de preocupación para los científicos. Se destaca que su movimiento podría afectar las rutas de alimentación de diversas especies marinas, interfiriendo con su capacidad para alimentar adecuadamente a sus crías.
El desprendimiento del iceberg, provocado por corrientes marinas y fuertes vientos, ha generado una incertidumbre sobre su ruta y destino final. Algunos expertos sostienen que, a pesar de representar una amenaza para la vida marina, el A23 también podría tener beneficios a medida que pierda tamaño y libere polvo mineral, un nutriente esencial para los organismos que forman la base de la cadena alimenticia en los océanos.
La Dra. Catherine Walker, del Instituto Oceanográfico Woods Hole, señaló que estos icebergs son puntos de origen de actividad biológica y, en ciertos aspectos, contribuyen a la vida marina. Sin embargo, otros científicos advierten sobre el posible impacto negativo si el iceberg toca tierra, especialmente en Georgia del Sur, lo que afectaría a millones de focas, pingüinos y aves marinas que habitan la isla.
El iceberg A23, con un cuerpo de más de 4 mil kilómetros cuadrados y un espesor de 400 metros, se ha comparado en tamaño con el famoso rascacielos Empire State. A lo largo de su historia, ha sido objeto de interés científico y, hasta 2023, permaneció encallado en el mar de Weddell.
El desprendimiento del iceberg no se atribuye a cambios en las temperaturas globales, según los expertos, y su destino final aún es incierto. Los científicos continuarán monitoreando su desplazamiento y evaluando su impacto en el ecosistema marino.