No ha surgido un claro favorito, aunque el cardenal italiano Pietro Parolin y el filipino Luis Antonio Tagle son considerados candidatos.
Vaticano.- El humo negro que salió de la chimenea de la Capilla Sixtina el miércoles por la noche indicó que la primera votación de los cardenales en un cónclave en el Vaticano para elegir a un nuevo papa no había sido concluyente.
Miles de fieles se congregaron en la Plaza de San Pedro a la espera de que saliera humo de un estrecho conducto situado en el tejado de la capilla, al término de una jornada rica en rituales y pompa, en la que los prelados rezaron para obtener la guía divina en su votación secreta.
La multitud tuvo que armarse de paciencia, ya que el humo tardó más de lo previsto en aparecer, más de tres horas después del inicio del cónclave.
Fue una hora más de lo que tardó en verse humo tras la primera votación del cónclave de 2013 que eligió al difunto papa Francisco. Cuando se elige a un papa sale humo blanco, pero esto no se esperaba el miércoles ya que no se ha ungido un pontífice en el primer día de un cónclave en los tiempos modernos.
El miércoles solo hubo una votación. A partir de ahora, los cardenales podrán votar hasta cuatro veces al día hasta que uno se haya asegurado una mayoría de al menos dos tercios: 89 cardenales en esta ocasión.
Algunos cardenales dijeron esta semana que esperaban que se anunciara un nuevo pontífice el jueves o el viernes para demostrar que la Iglesia puede permanecer unida después del papado a menudo divisivo de 12 años de Francisco, que murió el mes pasado.
Los 133 cardenales electores, todos menores de 80 años, pasarán la noche aislados en una de las dos casas de huéspedes del Vaticano, donde podrán continuar sus deliberaciones en un ambiente más informal antes de regresar a la capilla el jueves por la mañana.
Su única comunicación con el mundo exterior será el humo de la chimenea al quemar las papeletas rellenadas y mezcladas con sustancias químicas especiales: negras cuando una votación termina sin resultado, blancas cuando se elige a un pontífice.
Los cónclaves papales modernos suelen ser breves. El cónclave de 2013 duró sólo dos días, al igual que el de 2005, cuando se eligió a Benedicto XVI.
