El Palacio de Bellas Artes se convirtió en un templo de admiración y nostalgia para despedir a Silvia Pinal, la legendaria actriz que marcó la Época de Oro del cine mexicano. Desde el amanecer del 30 de noviembre de 2024, miles de admiradores se congregaron en la explanada del recinto para rendir tributo a la estrella que dejó una huella imborrable en la cultura nacional.
El homenaje inició con el arribo solemne de la carroza que trasladó los restos de la actriz desde la funeraria J. García López del Pedregal. A lo largo del recorrido, capitalinos salieron a las calles para aplaudir y despedir a quien fue una figura emblemática de la pantalla grande. Elementos de seguridad resguardaron el acceso al recinto, mientras vallas metálicas y un operativo especial garantizaron el orden ante la multitud congregada.
En el interior, la música y los aplausos se fusionaron para enaltecer la vida y carrera de Silvia Pinal. Una fila extensa de admiradores rodeó el Palacio de Bellas Artes, demostrando el cariño colectivo hacia una actriz que supo conquistar generaciones con su talento y carisma.
Poco después de las 13:00 horas, el cortejo fúnebre partió hacia la funeraria, pero no sin antes recibir una prolongada ovación por parte de la multitud. La despedida, marcada por lágrimas y aplausos, selló el legado de una mujer que será recordada como uno de los pilares del arte y el cine mexicano.