Un nuevo estudio resalta los peligros de fumar no solo para los pulmones, sino también para la salud ocular, revelando un aumento del riesgo de problemas visuales, particularmente asociados con el hipertiroidismo autoinmune o enfermedad de Graves Basedow.
Los fumadores enfrentan un riesgo proporcional al número de cigarrillos consumidos diariamente, según la investigación. La enfermedad de Graves Basedow, una patología causada por un exceso de hormona tiroidea, afecta hasta al 20% de los pacientes con síntomas oculares. Este riesgo se asocia con presentaciones más severas de la enfermedad y dificulta la respuesta a los tratamientos.
Los altos niveles de anticuerpos ‘antiTSi’ en sangre, provocados por el tabaquismo, son un factor crucial en los efectos oculares de la enfermedad tiroidea. Estos anticuerpos desencadenan una respuesta inflamatoria en el tejido orbitario, afectando la salud ocular de manera significativa.
Tratamientos y Recomendaciones:
El tratamiento de la oftalmopatía tiroidea varía según el grado de inflamación y la severidad de los síntomas. Desde abordajes sintomáticos con lubricantes oculares para irritación ocular leve hasta tratamientos médicos hospitalarios en casos más avanzados, la atención debe adaptarse a la necesidad específica de cada paciente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que no hay un nivel seguro de exposición al tabaco, subrayando que cualquier cantidad de consumo es perjudicial. Con más de 8 millones de muertes anuales relacionadas con el tabaquismo, la OMS advierte sobre los impactos negativos tanto para los fumadores como para quienes están expuestos al humo de segunda mano.
El tabaco no solo está vinculado a enfermedades respiratorias y cardiovasculares, sino que también aumenta significativamente el riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer. La recomendación clave de la OMS es dejar el hábito de fumar para salvaguardar la salud general y prevenir riesgos potenciales, incluidos los problemas oculares asociados con la enfermedad de Graves Basedow.