La intensa ola gélida que azotó la región con temperaturas de hasta -2°C y una sensación térmica de -5°C provocó el cierre parcial y retrasos significativos en el cruce de mercancías entre México y Estados Unidos a través del Puente III de Comercio Mundial, en Nuevo Laredo.
La formación de una delgada pero peligrosa capa de hielo sobre las superficies de rodamiento obligó a las autoridades y empresas transportistas a suspender las operaciones por varias horas para evitar accidentes.
Esteban Santos, jefe de Patio de Maniobras de una línea transportista, detalló que los camiones amanecieron cubiertos de hielo, incluyendo llantas y cajas.
“Tuvimos que descongelar manualmente las unidades golpeando el hielo con tubos, pero por lo laborioso y riesgoso del proceso, decidimos suspender los cruces”, señaló.
En el Puente III, uno de los principales puntos de cruce comercial hacia Laredo, Texas, el hielo afectó especialmente el tramo de exportación, incluido el área de inspección con rayos gamma.
Las actividades de importación también se detuvieron por completo durante las primeras horas del día y solo se reanudaron parcialmente al mediodía, cuando el sol comenzó a derretir el hielo.
Pese a los esfuerzos, las operaciones no pudieron normalizarse completamente, dejando acumulada la carga de exportación e importación para el día siguiente, con la incertidumbre de un pronóstico climático aún más severo.
IMPACTO EN EL COMERCIO Y RECOMENDACIONES
El Puente III es un nodo clave para el intercambio comercial entre México y Estados Unidos, y cualquier interrupción impacta directamente las cadenas de suministro de ambos países.
Autoridades y transportistas recomiendan a las empresas planificar sus envíos considerando las condiciones climáticas adversas, además de revisar el estado de las vías antes de operar.
La situación destaca la importancia de medidas preventivas ante los fenómenos climáticos extremos que cada vez afectan con mayor frecuencia a esta región fronteriza, vital para el comercio mundial.