A más de 50 años del fenómeno que significó El Chavo del 8, su elenco sigue dando de qué hablar y no precisamente por anécdotas divertidas. En medio de la expectación por la serie biográfica Chespirito: sin querer queriendo, nuevos señalamientos colocan a Florinda Meza en el centro de la polémica, pues Edson Villagrán, hijo de Carlos Villagrán, aseguró que la actriz fue la responsable de la ruptura de tres matrimonios dentro del icónico programa. La revelación la hizo la periodista Martha Figueroa, quien relató que Edson se le acercó en plena boda de Manola Diez para confesarle que su familia se destruyó por la intromisión de Meza. Según el relato, cuando Edson era apenas un niño, su madre Silvia y Carlos Villagrán se separaron porque Florinda aparecía en su casa a buscar al actor, y él se iba con ella bajo cualquier pretexto.
La versión no se detiene ahí. Edson Villagrán también señaló que Rubén Aguirre, el inolvidable Profesor Jirafales, igualmente se divorció por culpa de la cercanía de Florinda Meza, quien, según él, tenía embrujado al actor. Así, la polémica figura de Doña Florinda no solo habría intervenido en la relación de Villagrán, sino también en la de Aguirre y, por supuesto, en la de Roberto Gómez Bolaños, con quien mantuvo una relación que terminó en matrimonio y que siempre fue tema de controversia dentro del set de grabación.
Carlos Villagrán ha hablado poco de su relación con Meza, pero cuando lo hace no se guarda nada. En una entrevista pasada aclaró que fue ella quien se involucró con él y no al revés. Incluso recordó cómo Chespirito fungió como intermediario para poner fin a ese vínculo: “No, yo no anduve con Doña Florinda. Doña Florinda anduvo conmigo, que no es lo mismo”, sentenció Villagrán. Según narró, fue el propio Gómez Bolaños quien le aconsejó cortar la relación antes de una grabación, aunque la actriz se lo tomó muy mal.
Mientras la bioserie revive antiguos roces y secretos, Florinda Meza permanece en silencio ante estas nuevas acusaciones, aunque ha dejado entrever que pronto contará su versión de los hechos. Por ahora, los fans de El Chavo del 8 siguen divididos entre la nostalgia por uno de los programas más queridos de Latinoamérica y los dramas personales que, medio siglo después, siguen generando titulares y controversia.