La industria de la construcción se ha visto obligada a aplicar una supervisión más rigurosa en los trabajos de obra, debido al creciente déficit de albañiles y la consecuente contratación de personal con escasa experiencia.
“Hoy se le presta mayor atención al término ‘tiempo y forma’, tan usado en este ramo, que implica cumplir con los plazos y la calidad pactada en las obras”, señaló el ingeniero Óscar Manuel López Martínez.
Aseguró que las empresas constructoras tienen ahora un mayor cuidado en mantener los estándares de calidad, al enfrentar un panorama marcado por la escasez de trabajadores especializados.
Detalló que desde hace casi dos años la actividad del albañil se ha tornado difícil de cubrir, ya que el crecimiento urbano ha disparado la demanda de mano de obra calificada, sin que esta aumente al mismo ritmo.
López Martínez, quien labora en una empresa afiliada a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), reconoció que la contratación eventual de albañiles ha generado ciertos problemas administrativos, aunque necesarios para evitar que las obras se detengan.
Precisó que la principal dificultad de las empresas es cubrir el volumen de trabajo, lo que ha provocado afectaciones en cadena. “Incluso se recurre a trabajadores informales, pero se les exige mayor supervisión para garantizar calidad y cumplimiento en los tiempos de entrega”, puntualizó.