La Casa Blanca ha confirmado que la reciente estrategia nuclear clasificada aprobada por el presidente Joe Biden no se enfoca en responder a una amenaza específica o a un país en particular. Esta aclaración llega después de que el New York Times informara que la nueva guía de disuasión nuclear de Estados Unidos podría estar dirigida, por primera vez, hacia la creciente expansión del arsenal nuclear de China. No obstante, la Asociación para el Control de Armas, con sede en Estados Unidos, sostiene que la postura nuclear de la nación sigue alineada con la Revisión de la Postura Nuclear de 2022, y no ha habido un cambio significativo en su enfoque, que sigue considerando a Rusia como la principal preocupación en términos de disuasión nuclear.
El New York Times reportó que la estrategia revisada, titulada «Guía de Uso Nuclear», no fue anunciada públicamente cuando Biden la aprobó, pero se espera que se envíe una notificación no clasificada al Congreso antes de que termine su mandato. Aunque la guía fue actualizada este año, la Casa Blanca subrayó que no se trata de una respuesta directa a ninguna entidad o amenaza específica. Esta estrategia se revisa aproximadamente cada cuatro años, según lo revelado por la administración.
Ante la creciente preocupación internacional, Daryl Kimball, director ejecutivo de la Asociación para el Control de Armamentos, indicó que mientras las estimaciones de inteligencia sugieren que China podría aumentar su arsenal nuclear a mil cabezas nucleares para 2030, Rusia sigue siendo la principal fuerza impulsora detrás de la estrategia nuclear estadounidense, con un estimado actual de 4 mil cabezas nucleares. Las declaraciones de Kimball se basan en comentarios realizados en junio por Pranay Vaddi, director principal de Control de Armamentos, Desarme y No Proliferación de la Casa Blanca, quien señaló que la estrategia de Estados Unidos continúa buscando restricciones nucleares tanto con China como con Rusia. Sin embargo, si China sigue aumentando su arsenal y Rusia continúa excediendo los límites establecidos por el Nuevo START, Estados Unidos podría verse obligado en el futuro a considerar ajustes en el tamaño y la composición de su fuerza nuclear.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Savett, enfatizó que la existencia de la «Guía de Uso Nuclear» no es un secreto, aunque su contenido específico está clasificado. Reiteró que esta administración, al igual que las anteriores, ha emitido revisiones periódicas de su postura nuclear y planificación estratégica, asegurando que la guía actual no es una respuesta a ninguna amenaza concreta, sino parte de una estrategia más amplia y continua para mantener la disuasión nuclear efectiva en un mundo cada vez más complejo.