El martes, Estados Unidos bloqueó una resolución respaldada por naciones árabes en el Consejo de Seguridad de la ONU, que buscaba un cese inmediato del fuego en el prolongado conflicto entre Israel y Hamas en la franja de Gaza. A pesar de un respaldo internacional abrumador, la votación resultó en 13 votos a favor, uno en contra por parte de Estados Unidos, y la abstención del Reino Unido.
El conflicto, que se ha prolongado durante cuatro meses desde que Hamas atacó a Israel en octubre del año pasado, ha dejado un saldo trágico con aproximadamente 1,200 personas muertas y unas 250 secuestradas. Desde entonces, la ofensiva israelí en curso ha cobrado la vida de más de 29,000 palestinos, según informa el Ministerio de Salud palestino en Gaza.
El veto de Estados Unidos ha generado tensiones a nivel internacional, suscitando críticas de diversas partes del mundo. La resolución, respaldada por gran parte de la comunidad internacional, buscaba poner fin a un conflicto que ha causado estragos en la región y ha llevado a un elevado número de víctimas civiles.
Este evento intensifica las preocupaciones sobre la falta de progreso en los esfuerzos diplomáticos para lograr una solución pacífica en la región. La situación en Gaza, con su alta cifra de víctimas y la prolongación del conflicto, subraya la urgencia de encontrar vías diplomáticas efectivas para poner fin a la violencia y promover la estabilidad en la región.