El miércoles 12 de julio, Estados Unidos impuso sanciones a una empresa con sede en México y a diez ciudadanos mexicanos, entre ellos miembros del Cártel de Sinaloa, por su presunta participación en el tráfico de fentanilo hacia territorio estadounidense.
El Departamento del Tesoro emitió un comunicado en el que señaló que los sancionados están vinculados a “Los Chapitos”, la facción del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Entre los sancionados se encuentran Noel López Pérez, cuñado del “Chapo”, y Ricardo Páez Lope, también relacionado con la familia.
Según las autoridades estadounidenses, ambos individuos están involucrados en el comercio de productos químicos utilizados para fabricar fentanilo, así como en la supervisión de laboratorios dedicados a la producción de esta droga y su posterior tráfico a través de túneles hacia Estados Unidos.
Además, la empresa REI, con sede en Metepec (México), también fue sancionada por recibir regularmente envíos de productos químicos importados de China destinados a la fabricación del fentanilo. El accionista mayoritario de la empresa, Eliseo de León Becerra, también fue objeto de sanción.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, declaró que su país continúa tomando medidas para combatir la epidemia de fentanilo y colabora con las fuerzas del orden de todo el mundo para desmantelar las redes y cárteles relacionados con el narcotráfico. Además, recordó que Estados Unidos ofrece recompensas por información que ayude a capturar a los traficantes de fentanilo.
Como resultado de estas sanciones, todas las propiedades e intereses de las personas y entidades sancionadas que se encuentren en Estados Unidos serán bloqueados.
Esta acción se produce después de la creación, la semana pasada, de una coalición global liderada por Estados Unidos y conformada por alrededor de 80 países para combatir el tráfico de fentanilo, un poderoso opioide sintético que causa miles de muertes por sobredosis cada año en Estados Unidos.