Estados Unidos cerró su embajada en Kiev debido a una alerta de “posible ataque aéreo significativo” de Rusia, marcando un momento de alta tensión en el conflicto. Italia, España y Grecia también cerraron sus embajadas tras esta advertencia, mientras que Francia optó por mantener operaciones con recomendaciones de precaución. Las sirenas de ataque aéreo sonaron en Kiev, instando a la población a refugiarse ante una amenaza de misiles.
La escalada se intensificó luego de que Ucrania utilizara misiles ATACMS, suministrados por EE. UU., para atacar depósitos de armas en territorio ruso, en el marco del día mil de la invasión. Rusia había advertido que tales acciones serían consideradas una escalada importante, aumentando el riesgo de represalias. Mientras tanto, Moscú afirmó que tomaría medidas contra los países de la OTAN que faciliten ataques ucranianos de largo alcance.
El conflicto también afecta a la infraestructura crítica de Ucrania. Rusia realizó ataques masivos con misiles y drones, dejando siete muertos y dañando la red eléctrica. Además, la embajada estadounidense advirtió sobre posibles cortes de servicios básicos debido a los continuos ataques rusos.
Este clima de incertidumbre se agrava con el despliegue de tropas norcoreanas en Rusia y el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca, lo que genera dudas sobre el futuro del apoyo occidental a Ucrania. La guerra, que ya ocupa una quinta parte del territorio ucraniano, atraviesa una fase crítica, con ambas partes intensificando sus estrategias ofensivas.