Israel e Irán intensificaron sus hostilidades con una serie de ataques que han dejado más de 230 muertos y un saldo de más de mil heridos en tan solo cuatro días. El ejército israelí confirmó la eliminación del jefe de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria iraní y la destrucción de su principal planta de enriquecimiento de uranio. En paralelo, bombardeó instalaciones estratégicas en Teherán, Mashhad y la sede del Ministerio de Defensa iraní. Irán respondió con el lanzamiento de misiles que causaron la muerte de al menos tres personas y decenas de heridos en Israel.
Hasta el momento, el Ministerio de Salud iraní reporta 224 muertos y más de mil heridos, mientras que las autoridades israelíes han confirmado 13 muertos y más de 200 lesionados. El presidente estadounidense Donald Trump, aunque instó a ambas naciones a llegar a un acuerdo, no descartó una eventual intervención militar. A pesar de esto, aseguró que su país no está involucrado directamente en el conflicto.
Por su parte, Irán acusa a Estados Unidos de brindar apoyo logístico a los ataques israelíes desde sus bases en la región. Además, el vocero de las fuerzas armadas iraníes advirtió que la respuesta será “devastadora” y aseguró que Israel pronto “no será habitable”, elevando aún más las tensiones. La situación en Medio Oriente se mantiene crítica y con un creciente riesgo de una escalada mayor en el conflicto.