Pese a las eventuales caídas del sistema aduanal y a las exhaustivas revisiones en las aduanas de México y Estados Unidos, el Puente del Comercio Mundial (Puente III) se mantiene como la ruta preferida por transportistas gracias a su menor costo y recorrido más corto.
Alfonso Salcedo Díaz, propietario de una empresa mediana de autotransporte de carga y socio de la Asociación de Transportistas de Carga (ATC) de Nuevo Laredo, afirmó que la situación económica obliga a optimizar recursos.
“Hoy, todo gasto debe analizarse minuciosamente. El Puente III está a la mano y representa ahorro tanto en tiempo como en dinero”, dijo.
El empresario destacó que, aunque el comercio internacional no presenta un repunte significativo, la variación en el precio del diésel y la desaceleración económica obligan a los transportistas a recortar gastos, siendo el cruce por Nuevo Laredo la opción más rentable.
“Usar el Puente de Nuevo León significa recorrer 60 kilómetros adicionales, lo que equivale a unos 15 litros más de diésel, es decir, poco más de 350 pesos por viaje, y el doble si el retorno es por el mismo punto”, detalló Salcedo Díaz.
Explicó que, con los recientes índices inflacionarios y la inestabilidad en el movimiento de carga, los transportistas priorizan rutas que les permitan reducir costos operativos, lo que ha impulsado el uso del Puente III frente a otras alternativas como el cruce por Colombia.
La preferencia por esta vía también refuerza la importancia estratégica de Nuevo Laredo como principal punto de intercambio comercial terrestre entre México y Estados Unidos, consolidando su competitividad a pesar de las fluctuaciones económicas.