EL PASO. – Un insecto del tamaño de una mosca ha conseguido lo impensable: paralizar el comercio ganadero entre México y Estados Unidos, provocar pérdidas superiores a 15 mil millones de pesos en México e impulsar los precios de la carne en Estados Unidos a niveles récord.
El gusano barrenador del ganado marca el cierre de 2025 como uno de los años más difíciles para la industria ganadera de América del Norte.
Desde noviembre de 2024, cuando el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) detectó gusano barrenador en una vaca cerca de la frontera entre México y Guatemala, la exportación de ganado mexicano ha enfrentado restricciones sin precedentes que se han extendido por más de un año.
Las cifras son devastadoras. Según la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), México dejó de exportar aproximadamente 1.2 millones de cabezas de ganado, con pérdidas directas por más de 700 millones de dólares — equivalentes a 12 mil millones de pesos. A esto se suman otros 3 mil millones de pesos en costos adicionales.
“El impacto económico acumulado asciende a 15 mil millones de pesos”, declaró Homero García de la Llata, presidente de la CNOG, quien advirtió que, si la plaga se extiende a todo el país, las pérdidas podrían alcanzar 47 mil millones de pesos.
En corrales fronterizos de Chihuahua, Sonora, Durango, Coahuila y Tamaulipas permanecen varadas al menos 425 mil cabezas de ganado.
Estos estados, que representan más del 80% de las exportaciones ganaderas mexicanas, enfrentan la paradoja de estar libres del gusano barrenador, pero sufrir las consecuencias del cierre implementado por Washington.









