El equipo que fue robado a la banda Moderatto este viernes incluye desde instrumentos musicales y amplificadores, hasta computadoras y luces, pero para el guitarrista Mick Marcy hay algo más valioso que la cuestión material:
«El valor sentimental es enorme y sobretodo el valor de ver vulnerada nuestra situación e instrumentos de trabajo, nuestra seguridad y de nuestro equipo, eso es lo que más nos duele, más que la cuestión monetaria que sí es muchísimo», dice a EL UNIVERSAL.
La banda dio a conocer a través de sus redes sociales que su equipo fue robado por la madrugada en la Bahía de descanso de la caseta Chalco en la carretera México-Puebla, mientras se dirigía a la Feria de Puebla donde ofrecerían un show está noche.
De acuerdo con Mick Marcy (Marcello Lara) los primeros en enterarse fueron su mánager y el jefe de producción, y fue el primero quien por la mañana de este viernes le avisó a la agrupación integrada por Roy Ochoa, Elohim Corona, Xavi «El chá», Brian Amadeus (Jay de la Cueva) y Mick.
Este último detalló vía telefónica a EL UNIVERSAL que todo el instrumental, backline y equipo de producción y trabajo viaja antes que la banda -generalmente un día antes- para llegar y tener el suficiente tiempo de montar por la mañana.
Intrumentos, compañeros de vida
Sin embargo por la madrugada de este viernes les avisaron que al servicio de mudanza con el que llevan años trabajando los habían interceptado en la carretera, los metieron a un coche y les robaron el camión que horas después fue encontrado en un corralón en Puebla.
«El camión apareció vacío, los operarios de la mudanza aunque asustados y golpeados nada grave, están en buen estado de salud».
El músico no tiene un costo aproximado de lo robado pero destaca que es mucho y reitera el valor sentimental que tenían.
«Por ejemplo nuestras guitarras, que aunque algunas son muy valiosas o de colección, para un músico, para un guitarrista, su guitarra es como su chava, su pareja. Acabamos de cumplir 21 años, muchas de estas guitarras han estado de viaje con nosotros 15 o 16 años».
Entre los instrumentos que se transportaban está la guitarra favorita de Mick, en color rosa y que compró en la pandemia, la cual había sido su sueño por muchos años y una guitarra blanca que compró en la gira del detector de metal en 2005.
«Son cosas de mucho valor sentimental. Los guitarristas somos muy especiales con nuestros instrumentos porque resultan ser no sólo nuestro instrumento de trabajo sino nuestro amor con el que viajamos, vivimos y convivimos todo el tiempo».
