Para el sector ganadero, el campo está bendecido por las lluvias registradas en plena canícula, lo que permitió no solo salvar la sequía, sino también asegurar el abasto de agua para contar con pastizales como alimento.
Las presas están llenas la mayoría, gracias a las lluvias que registraron desde finales del mes pasado y principio de agosto, para así garantizar los bebederos para los animales y el alimento natural, dijo José Miguel Garza Rodríguez, productor de la Asociación Ganadera de Nuevo Laredo-Ciudad Guerrero.
“Tenemos agua suficiente en el campo, nuestras presas tienen suficiente agua pues algunas casi están llenas y se cuenta con la suficiente humedad para asegurar los pastos como alimento para los hatos”, dijo el productor de la región.
Mencionó que ningún mes de agosto en la historia pecuaria había llovido tan generosamente, luego que estas lluvias lograron acumular hasta cinco pulgadas y media de agua en partes cercanas de la región.
“La mayoría de las presas en la región están llenas y estas se fortalecerían con la humedad que septiembre trae consigo por naturaleza, lo que implica buenos resultados para el campo”, expresó.
Hizo saber que, de acuerdo a la información recibida de productores de la región, en el campo habrían sumado las tres pulgadas y media en promedio, mientras que en la ciudad se tienen cifras menores, peor que sí causaron anegaciones.
Garza Rodríguez dijo que con las lluvias registradas se asegura la temporada de inverno, para de ahí enfilarse hacia un buen momento de la ganadería al reflejarse en el mejor peso de los animales y consecuentemente mejor oferta de compra.