El inicio de 2024 en México se ha marcado por una serie de despliegues estratégicos de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano en diversas entidades del país. Estos movimientos responden a recientes actos de violencia ocurridos a finales del año pasado y durante la primera semana del nuevo año, que han desencadenado preocupación y la necesidad de fortalecer la seguridad en áreas específicas.
Los eventos violentos en Petatlán, Guerrero, han llevado a la movilización de 300 integrantes del Ejército Mexicano hacia esa localidad para respaldar a las autoridades locales y estatales después de una masacre que dejó seis personas muertas y 13 heridas en un ataque armado.
Simultáneamente, la Guardia Nacional se ha desplazado hacia la zona serrana de Buenavista de los Hurtado, en Guerrero, tras un ataque con drones por parte de una célula de la Familia Michoacana que resultó en el hallazgo de cinco cuerpos calcinados abandonados en una camioneta.
En Tamaulipas, el secuestro de 32 migrantes, en su mayoría provenientes de Honduras y Venezuela, en el municipio de Reynosa a finales del año pasado, motivó el envío de 100 integrantes de las Fuerzas Especiales para reforzar la seguridad en favor de los migrantes que transitan por la zona.
La respuesta ante los grupos del crimen organizado que asaltaron establecimientos comerciales en Villahermosa y otras localidades del municipio de Centro en Tabasco se materializó con el despliegue de 600 integrantes del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, como parte de la Fuerza de Tarea Conjunta.
Además, en Guanajuato, tras una serie de ataques y enfrentamientos en Celaya, que incluyeron el asesinato de un bombero mientras atendía la quema de vehículos, se destinaron 100 elementos de la Guardia Nacional y del Ejército para reforzar la seguridad en esa área.
Estas acciones se suman al Esfuerzo Integral de Dependencias del Gabinete de Seguridad del Gobierno de México, que actualmente cuenta con la participación de 131,858 elementos de la Guardia Nacional y 159,011 de las Fuerzas Armadas, totalizando 290,869 elementos comprometidos en tareas de seguridad en el país.
El aumento de efectivos militares y de la Guardia Nacional en estas áreas busca contrarrestar la violencia y brindar protección a las comunidades afectadas, demostrando el compromiso continuo del gobierno para abordar y controlar la situación en estas regiones vulnerables.
