La Diócesis de Nuevo Laredo informó, a través de un comunicado oficial, que la comunidad religiosa de las Hermanas Oblatas de Jesús Sacerdote concluirá su labor pastoral en esta región, después de 35 años de servicio ininterrumpido.
La congregación llegó a la diócesis durante el episcopado de Monseñor Ricardo Watty Urquidi y, desde entonces, se integró activamente en la vida eclesial, colaborando en áreas como el Seminario Diocesano, la secretaría del Obispado y, posteriormente, en la pastoral vocacional.
Según el comunicado, las hermanas permanecerán en la ciudad hasta agosto del presente año, fecha en la que se dará por finalizada su misión local.
La decisión, explicaron, obedece a la crisis vocacional que enfrenta actualmente la congregación, lo que ha obligado a reorganizar sus comunidades y servicios en distintas diócesis.
“La Diócesis agradece profundamente a las Hermanas Oblatas su entrega generosa, su testimonio de fe y el acompañamiento espiritual que brindaron a lo largo de estas décadas”, señala el comunicado.
Finalmente, la Diócesis exhortó a los fieles a orar por las vocaciones a la vida consagrada, pidiendo a Dios que siga fortaleciendo el llamado de nuevas generaciones para servir a la Iglesia.
