Ya cumplimos más de un año que la Pandemia ha golpeado a todo el mundo, muchos países han logrado reactivarse, principalmente en el sector económico, sin embargo, en México la situación es cada vez más compleja.
En los últimos dos meses, los mexicanos hemos resentido un alza generalizada en los precios de todos los productos, principalmente en la canasta básica.
Vemos como en los dos últimos meses, los precios del huevo, del frijol, de las verduras, las frutas, de todos los productos se elevaron muchísimo, al grado que muchas familias están batallando para comprar sus alimentos.
La Pandemia es la principal afectación, al provocar cierre de negocios hizo que las fuentes de empleo disminuyeran, sin embargo, a un año, el Gobierno de México no ha tenido la voluntad de armar un plan estratégico para activar la economìa mexicana.
No vemos que el Gobierno Federal actúe, como han actuado países como Estados Unidos, para incentivar a los empresarios, a los inversionistas, en pocas palabras sigue tibio.
El aumento al precio de los combustibles es el que mayor afecta, pues al aumentar las gasolinas, aumentan los fletes y para mover los productos ahora cuesta más caro y esos aumentos al final los paga el consumidor.
Definitivamente urge que el Gobierno de México actúe, urge un plan de reactivación económica.
Sabemos que su prioridad es la construcción de las obras que realiza desde el inicio de su administración y que ya llevan tres años, como el Tren Maya, el Aeropuerto y la refinería, pero México no solo son tres obras, México requiere de un gobierno que se preocupe por los mexicanos.
Los mexicanos requieren que el Gobierno Federal no enfoque su estrategia en construir tres obras, si no que se preocupe por la salud, por el empleo, por las inversiones, por sus ciudadanos.
En Nuevo Laredo, vemos que las tiendas aumentan cada vez más sus precios, por ejemplo el pollo, que apenas hace unos meses se vendía a 19 pesos la pierna y muslo, ahora ya cuesta 30 pesos.
El huevo que ya no baja de los casi 70 pesos la tapa.
Los martes de descuentos, ya no lo son tanto, pues los precios se han ido a las nubes.
Esperemos que conforme se siga vacunando a las personas y la Pandemia vaya disminuyendo, los precios también vayan a la baja, pero conociendo a nuestro sistema, no hay duda que han llegado para quedarse.
A la falta del poder adquisitivo de los mexicanos, se une el tema de Salud, imagínese, si no tenemos para comprar la despensa completa porque está muy cara, lo caro que resulta enfermarse.
Más cuando el llamado Insabi no ha cumplido con la demanda de salud de los mexicanos, porque quitaron el Seguro Popular y aseguraron que el Insabi lo reemplazaría, pero a 3 años, no lo han podido reactivar al 100 por ciento.
Los mexicanos están sufriendo también en el tema de la salud y ahora, con el alza de precios, la situación se torna cada vez más difícil.
Insistimos, esperemos que cuando acabe la Pandemia vuelva la normalidad, pero sinceramente no creemos que esa normalidad traiga consigo la baja de precios… ¿qué? ¿no?, NOS LEEMOS.
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