La asociación «Lumière sur Patrimoine,» dedicada a la protección del patrimonio en París, ha presentado una denuncia por hurto y encubrimiento de hurto en la comisaría de policía del Centro de París el martes 12 de septiembre. Esta acción se basa en el sorprendente descubrimiento de la reventa de dos vidrieras que pertenecían a la catedral de Notre-Dame y que habían estado desaparecidas durante 161 años.
Según la asociación, estas dos vidrieras, datadas en el siglo XIII, fueron robadas en el siglo XIX mientras la catedral estaba siendo renovada. Curiosamente, las vidrieras reaparecieron en una subasta de Sotheby’s en junio de 2015, catalogadas como lotes 153 y 154. Aunque se estimaron en un rango de 40 mil a 60 mil euros cada una, finalmente se vendieron por cifras mucho más elevadas, 111 mil y 123 mil euros respectivamente.
La denuncia se presentó varios años después de la subasta, ya que la asociación afirmó no haber tenido conocimiento de la venta hasta más tarde. Sotheby’s, la casa de subastas involucrada, aclaró que la asociación nunca se había puesto en contacto con ellos antes de presentar la denuncia y se mostró dispuesta a colaborar con las autoridades en la investigación. Alegaron haber seguido todos los procedimientos legales, obtenido las autorizaciones necesarias y alertado a expertos y conservadores de museos sobre la subasta.
Sotheby’s también argumentó que las vidrieras fueron desmanteladas en 1862 como parte de la restauración de Notre-Dame y vendidas posteriormente, lo que implica que no hubo robo. Además, señalaron que existen piezas similares de la catedral en la colección del Museo de Arte e Historia de Ginebra en Suiza.
Este enigma en torno a las vidrieras de Notre-Dame plantea cuestiones sobre su historia, su paso por diferentes propietarios y las medidas legales que rodean su venta y exportación, un misterio que solo el tiempo y la investigación podrán resolver.