El inicio de 2024 ha marcado un preocupante hito para las 210 presas principales en México, ya que reportan un déficit sin precedentes del 25% en su almacenamiento de agua. Estas cifras representan el nivel más bajo registrado en la historia, con un total de 66,857 millones de metros cúbicos de agua almacenada, según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
En comparación con los niveles habituales para esta época del año, las presas presentan una disminución significativa de 21,942 millones de metros cúbicos. El promedio de llenado de estos embalses es alarmantemente bajo, alcanzando apenas un 53%.
La situación es preocupante ya que solo un reducido número de embalses se encuentran en niveles óptimos: únicamente 10 tienen un almacenamiento del 100%, mientras que 39 se sitúan entre el 75% y el 100%. Por otro lado, 50 presas están entre el 50% y el 75%, pero la mayoría, 111 en total, tienen menos del 50% de su capacidad de almacenamiento.
De las 13 Regiones Hidrológico-Administrativas en México, solo el Organismo de Cuenca Península de Baja California, abarcando Baja California y Baja California Sur, muestra números positivos en el almacenamiento de agua. Las demás regiones enfrentan un comienzo de año en números rojos, lo que indica una situación crítica en términos de disponibilidad de agua.
Este déficit histórico plantea una seria amenaza para diversas actividades, incluyendo la agricultura y el suministro de agua potable. La sequía severa afecta especialmente a regiones como Chihuahua, evidenciando la urgente necesidad de estrategias efectivas para mitigar los impactos de la escasez de agua en el país.