Las negociaciones entre Rusia y Ucrania, celebradas este viernes en Estambul, dejaron poco margen para el optimismo tras una reunión sin la presencia de los presidentes Volodímir Zelenski y Vladimir Putin. Turquía fungió como mediador principal, mientras que Estados Unidos, representado por su secretario de Estado Marco Rubio, también participó en un intento por facilitar acuerdos. El expresidente Donald Trump, quien se ha ofrecido como mediador directo, advirtió que no habrá avances sustanciales hasta que él y Putin se reúnan personalmente. La cumbre, prevista inicialmente para el día anterior con la participación de ambos mandatarios, se pospuso tras la cancelación de Putin, provocando críticas por parte de Ucrania, que acusa a Moscú de no tomarse en serio el proceso.
Durante las escasas dos horas de diálogo, las delegaciones mostraron profundas diferencias. Rusia exigió la retirada de tropas ucranianas de territorios ocupados y el reconocimiento de su soberanía sobre regiones anexadas como Crimea, Donetsk y Zaporiyia, además de la renuncia de Ucrania a ingresar a la OTAN. También reiteró que Zelenski ya no es un presidente legítimo. Por su parte, Ucrania demandó un alto el fuego inmediato, la retirada total de las tropas rusas, el retorno de los niños deportados y garantías internacionales de seguridad. Kiev considera innegociables sus fronteras reconocidas internacionalmente y rechaza cualquier cesión territorial. Pese al estancamiento, ambas partes acordaron el intercambio de al menos mil prisioneros como primer paso para seguir dialogando.
La mediación turca, liderada por el canciller Hakan Fidan, busca mantener abierto el canal diplomático, aunque el ambiente general es de desconfianza mutua. Moscú, representado por Vladimir Medinski, fue criticado por enviar a un negociador de perfil bajo, lo que fue interpretado por la OTAN como una señal de falta de compromiso. Líderes europeos advirtieron sobre nuevas sanciones si no se logra una tregua. En resumen, el encuentro fue más simbólico que efectivo: las partes han comenzado a hablar, pero no parece que estén dispuestas a escucharse.