La temporada de calor extremo que azota a México desde marzo ya deja un saldo alarmante: 39 muertes confirmadas y más de mil personas atendidas por afectaciones relacionadas con las altas temperaturas. De acuerdo con el más reciente informe de la semana epidemiológica número 27, trece estados del país han notificado decesos, siendo Sonora el más afectado con nueve fallecimientos, de los cuales ocho fueron por golpe de calor y uno por deshidratación.
Otros estados con cifras preocupantes son Veracruz con ocho muertes, Chiapas y Tamaulipas con cuatro cada uno, seguidos de Tabasco con tres, mientras que Baja California, Nayarit y Nuevo León reportaron dos decesos respectivamente. Además, Chihuahua, Michoacán, Morelos, San Luis Potosí y Quintana Roo sumaron un fallecimiento cada uno. Aunque en entidades como Ciudad de México, Estado de México, Durango y Zacatecas no se reportaron muertes ni casos graves, el resto del país enfrenta una situación crítica.
Desde marzo hasta la primera semana de julio, mil 42 personas han requerido atención médica por enfermedades asociadas al calor, como golpes de calor, deshidratación y quemaduras solares. Solo en los últimos siete días se sumaron 47 nuevos casos, lo que refleja que el riesgo persiste pese a las lluvias intermitentes en algunas regiones. El golpe de calor encabeza la lista de afectaciones, con 579 casos (55.6% del total), seguido por 433 reportes de deshidratación y 30 de quemaduras.
Sonora y Tabasco destacan también como los estados con más atenciones médicas, pues concentran el 22.4% de todos los casos registrados hasta el momento. Las autoridades sanitarias advierten que la temporada de calor continuará hasta principios de octubre y piden a la población extremar precauciones, mantenerse hidratada y evitar actividades al aire libre en horas de mayor radiación solar.
El impacto de las temperaturas extremas no solo se mide en vidas humanas, sino también en la presión que genera sobre los sistemas de salud estatales y municipales, especialmente en comunidades rurales donde el acceso a servicios médicos es limitado. Expertos reiteran la urgencia de fortalecer campañas de prevención y protocolos de atención para reducir los riesgos de golpe de calor y deshidratación en las zonas más vulnerables del país.