La Corte Suprema de Estados Unidos ha anunciado la adopción de su primer código de ética, en respuesta a las crecientes críticas y controversias generadas por los regalos millonarios y viajes no revelados de benefactores adinerados a algunos de sus jueces. La política, acordada por los nueve magistrados, busca abordar las preocupaciones éticas y mejorar la transparencia en las interacciones financieras de los jueces.
Aunque los jueces afirmaron en una declaración no firmada que han seguido durante mucho tiempo normas éticas, reconocieron la necesidad de un código para disipar malentendidos y clarificar que están sujetos a ciertas normas éticas. Sin embargo, el cumplimiento de este código quedará a discreción de los propios magistrados, sin la posibilidad de forzar su aplicación.
La controversia se intensificó en meses recientes, especialmente en torno al juez Clarence Thomas, cuya falta de transparencia sobre viajes y vínculos financieros con donantes conservadores generó críticas. Los jueces Samuel Alito y Sonia Sotomayor también estuvieron bajo escrutinio. Tres jueces, Amy Coney Barrett, Elena Kagan y Brett Kavanaugh, expresaron su respaldo a un código ético en los últimos meses.
La decisión de la Corte Suprema llega en un momento en que la confianza pública en el tribunal se encuentra en mínimos históricos, según una encuesta de Gallup. El senador Dick Durbin, presidente del Comité Judicial del Senado, ha abogado por la implementación de un código ético en la corte para abordar las críticas.
El código ético adoptado busca mejorar la transparencia en relación con los regalos recibidos por los jueces y establece un proceso para investigar y hacer cumplir las infracciones en torno a las divulgaciones requeridas. Aunque este paso es significativo, la capacidad del código para restaurar la confianza del público y abordar las críticas sigue siendo objeto de escrutinio.