SAN ANTONIO, TEXAS.- El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) puso fin a una política de la era Trump que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en México para audiencias en cortes de inmigración de Estados Unidos.
El levantamiento de la política –conocida como “Permanecer en México”– había estado en duda desde que la Corte Suprema dictaminó el 30 de junio que la administración Biden podrían abolirla.
No obstante, funcionarios de DHS mantuvieron cautela y esperaron a que la Corte certificara el fallo y que un juez designado por Trump, Matthew Kacsmaryk en Amarillo, Texas, levantara su orden judicial.
“¡Por fin terminó la pesadilla!, afirmó complacido y categórico Carlos Marentes, líder de la organización de Trabajadores Agrícolas Fronterizos, al conocer el anuncio de DHS. Tan sólo en el Sector El Paso de la Patrulla Fronteriza, más de 18 mil personas se inscribieron en el programa y regresaron a Juárez, la mayoría en los años fiscales 2019 y 2020, según datos recopilados por Transactional Records Access Clearinghouse en la Universidad de Syracuse. Con la promulgación del presidente Joe Biden ahora los migrantes y sus familias solicitantes de asilo podrán ingresar al país y esperar su audiencia en territorio norteamericano. El programa se desmantelará de “manera rápida y ordenada”, dio a conocer DHS en un comunicado de prensa.
No se inscribirán más personas y las que comparezcan en la Corte no serán devueltas a México cuando se presenten en Estados Unidos para sus próximas audiencias.
La política “tiene fallas endémicas, impone costos humanos injustificables y quita recursos y personal de otros esfuerzos prioritarios para asegurar nuestra frontera”, dijo el departamento.
La noticia, que causó beneplácito entre la comunidad migrante y líderes promotores de los derechos civiles y humanos de las personas, ahora enfrenta retos para el Gobierno y las propias organizaciones dedicadas a atender a los refugiados y sus familias.
“Con el cierre de refugios por la falta de recursos y personal, ahora enfrentamos desafíos pero las organizaciones tienen la experiencia y van a encontrar solución para proteger a estas personas de las inclemencias del clima y los peligros que hay en la calle”, expresó Marentes al apuntar que es triste reconocer que se cierren refugios por falta de recursos y aún más por falta de voluntarios.
“Pienso que finalmente se reconoce que todos estos aplicantes tienen que tener un proceso justo, independientemente de la opinión que tengan las autoridades en su petición social”, indicó el activista paseño al tiempo que albergó la esperanza de que las cortes den celeridad a las peticiones de asilo debido a la lentitud que existe y ha existido en los procesos.