Esta situación, agravada por la escasez de lluvias recientes, ha llevado a que la región entre en “Semáforo Rojo” en términos de disponibilidad de agua.
El nivel del río Bravo ha alcanzado cifras alarmantes, con una profundidad de apenas 40 centímetros en Nuevo Laredo, Tamaulipas, según informó Ramón Mesa González, titular de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) en la región.
Esta situación, agravada por la escasez de lluvias recientes, ha llevado a que la región entre en “Semáforo Rojo” en términos de disponibilidad de agua.
Aunque actualmente el río Bravo mantiene un caudal de 12 metros cúbicos por segundo y se garantiza el abasto de agua para este año, Mesa González advirtió que los próximos meses podrían presentar mayores retos.
La esperanza está en la temporada de huracanes, ya que se pronostica que alrededor de diez fenómenos podrían impactar la región y aportar lluvias.
En cuanto a las principales fuentes de almacenamiento de agua, la presa Amistad ha aumentado de un 19% a un 21% de su capacidad, mientras que la presa Falcón se mantiene en un 12%.
Aunque estos embalses han recibido un pequeño impulso gracias a las lluvias recientes, el ingeniero Mesa González instó a la población a tomar medidas de ahorro.
El llamado de las autoridades es claro: cuidar el uso del agua, evitar el desperdicio y apoyar los esfuerzos de conservación para asegurar el abasto a largo plazo.
La ciudadanía debe ser consciente de esta situación crítica y tomar responsabilidad en el consumo del vital líquido, especialmente en un periodo donde el futuro es incierto.