La aplicación de aranceles, las redadas derivadas de la política migratoria, el requisito del idioma inglés y la reducción de carga se han convertido en una “problemática en línea” para el sector autotransporte de carga, que finalmente enfrenta un agravado faltante de choferes.
De acuerdo con información de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), se vive un obligado redoblamiento de esfuerzos para atender la situación, destacando la contratación de operadores de camiones de carga.
En la frontera se registra una afectación directa a la competitividad debido a la creciente escasez de operadores, originada principalmente en la comunidad migrante que teme a las redadas.
Ante ello, los empresarios transportistas han limitado contrataciones, señaló Esteban Mejía, socio de la Canacar en Nuevo Laredo.
Explicó que esta situación ha generado una reducción de choferes para la movilización de mercancías, lo que a su vez repercute en el movimiento de carga. Advirtió que la crisis amenaza con alcanzar mayores dimensiones al restringir el flujo comercial internacional, obligando a las empresas de la frontera a reforzar acciones para atraer operadores.
La Canacar resume en cinco conceptos la problemática del autotransporte de carga: temor a redadas, incertidumbre arancelaria, falta de dominio del inglés, reducción de cruces fronterizos y la insuficiencia de operadores.
El delegado de la Canacar en Nuevo Laredo, Héctor Hinojosa, informó que el déficit nacional de operadores ronda los 55 mil, cifra insuficiente para cubrir la demanda en esta región fronteriza.
Reconoció que la falta de conductores ha provocado retrasos en la entrega de mercancías, incumplimientos con los clientes y afectaciones en la cadena logística.