El Cabildo de Nuevo Laredo aprobó por unanimidad una inversión de 12 millones de pesos para la expansión de la Línea Morada, sistema destinado a distribuir agua tratada para usos no potables.
La obra forma parte de un modelo de gestión hídrica orientado a la sostenibilidad, al reducir el uso de agua potable en sectores industriales y evitar descargas contaminantes al Río Bravo.
La presidenta municipal, Carmen Lilia Canturosas Villarreal, explicó que los recursos provienen del ahorro generado tras liquidar anticipadamente una deuda pública adquirida en 2008, lo cual permitió evitar el pago de 12 millones de pesos en intereses.
Con esta acción, se iniciará la extensión del sistema hacia el Parque Industrial FINSA, donde el agua tratada sustituirá hasta el 30% del consumo actual de agua dulce en procesos industriales.
Actualmente, la ciudad cuenta con 9.9 kilómetros de Línea Morada en operación en puntos estratégicos como el Bulevar Luis Donaldo Colosio, Paseo Colón, el Parque Viveros y el Zoológico.
Además, se dispone de tres plantas tratadoras (PITAR, P-TAR Norponiente y P-TAR Oradel) que suministran agua para riego urbano, compactación de suelos y obras públicas.
Esta iniciativa se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, particularmente los ODS 6 (agua limpia), 11 (ciudades sostenibles) y 13 (acción climática).
El proyecto busca mejorar la resiliencia hídrica, reducir la presión sobre los acuíferos y optimizar el uso energético en el tratamiento del agua.
Durante la actual administración (2021 – 2024), también se han realizado inversiones significativas para sanear el Río Bravo, incluyendo obras en colectores sanitarios y redes de drenaje, con las que se eliminaron 17 puntos de descarga de aguas residuales crudas, consolidando así una política integral de protección ambiental.
