Nayib Bukele asume hoy su segundo mandato como presidente de El Salvador en un escenario caracterizado por la ausencia de una oposición significativa y una popularidad abrumadora. Tras ganar las elecciones de febrero con un asombroso 85% de las preferencias, el mandatario de 42 años gobernará por otros cinco años con un control casi total del Congreso y las instituciones estatales.
La ceremonia de juramentación está programada para las 8:00 AM en el Palacio Nacional, donde Bukele ha convocado a una multitudinaria concentración de simpatizantes. Dignatarios extranjeros como el presidente argentino Javier Milei y el mandatario paraguayo Santiago Peña, conocidos por sus políticas conservadoras, se encuentran entre los asistentes destacados.
Bukele, quien se autodenomina «dictador cool», ha sido objeto de críticas por su estilo de gobierno y su reelección, que algunos consideran inconstitucional. Sin embargo, su popularidad se mantiene alta, siendo considerado el presidente más popular de América Latina según Latinobarómetro.
Su gestión se ha caracterizado por una dura postura contra las pandillas, atribuyéndoles miles de muertes a lo largo de décadas. Bajo su gobierno, El Salvador ha implementado un régimen de excepción que ha resultado en decenas de miles de presuntos pandilleros detenidos, aunque también ha sido objeto de denuncias de abusos por parte de organizaciones de derechos humanos.
Con un Congreso dominado por su partido, Nuevas Ideas, Bukele tiene vía libre para reformar la Constitución, lo que ha generado preocupaciones sobre posibles cambios en el sistema democrático del país. A pesar de las críticas y las preocupaciones, Bukele continúa siendo una figura polarizadora en El Salvador, con un futuro político que sigue siendo incierto.