Britney Spears, reconocida mundialmente como la «princesa del pop», ha iniciado una nueva etapa en su vida tras concretar oficialmente su divorcio con Sam Asghari. Coincidiendo con su cumpleaños número 43, celebrado el pasado 2 de diciembre, la cantante concluyó el proceso de separación que comenzó en mayo de este año, según confirmaron documentos legales en Los Ángeles.
La separación, catalogada como «no impugnada», se resolvió de manera pacífica. Según fuentes cercanas citadas por People, tanto Britney como Sam lograron acuerdos mutuos sobre la división de bienes y otros aspectos legales sin generar conflictos adicionales. Este divorcio pone fin a su matrimonio de poco más de un año, ya que la pareja contrajo nupcias en junio de 2022 y Sam presentó la solicitud de separación en agosto de 2023.
A pesar de los desafíos personales, Britney ha tomado esta etapa como una oportunidad para reencontrarse consigo misma. En octubre, sorprendió a sus seguidores en Instagram al compartir una publicación vestida de novia, declarando simbólicamente que había decidido «casarse consigo misma». Este gesto, que generó múltiples reacciones, refleja su determinación de priorizar su bienestar y libertad emocional.
La cantante, madre de dos adolescentes, Sean y Jayden, fruto de su matrimonio con Kevin Federline, sigue siendo un ícono influyente en la cultura pop. Mientras retoma el control de su vida personal, Britney continúa inspirando a sus fans con su resiliencia y autenticidad.