El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el líder chino, Xi Jinping, tras cuatro horas de conversaciones, acordaron restablecer comunicaciones entre altos mandos militares y colaborar en políticas antidrogas, señalando avances significativos en su primer encuentro cara a cara en un año.
Las discusiones, celebradas en las afueras de San Francisco, abordaron puntos cruciales que han tensado las relaciones entre ambas naciones.
Biden destacó la importancia de comprenderse claramente «de líder a líder», valorando la conversación con Xi como fundamental para abordar desafíos globales que requieren liderazgo conjunto. Además, solicitó la institucionalización de los diálogos militares entre ambos países, comprometiéndose el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, a reunirse con su homólogo chino.
El presidente chino, por su parte, instó a Washington a cesar el suministro de armas a Taiwán, afirmando que la reunificación de la isla autónoma era «inevitable», aunque aseguró que no planeaba acciones militares inminentes. No obstante, expuso las condiciones en las que China podría considerar el uso de la fuerza, según funcionarios estadounidenses, mientras Biden solicitó a China respetar el proceso electoral de Taiwán.
Asimismo, acordaron cooperar en la lucha contra el fentanilo, con China comprometiéndose a actuar directamente contra empresas químicas que produzcan precursores de esta droga, buscando abordar la crisis de sobredosis en Estados Unidos.
Estos avances se producen tras tensiones entre ambos países, con episodios cercanos de enfrentamientos militares y visitas de líderes estadounidenses a Taiwán que habían generado fricciones en el pasado reciente.