Beyoncé parecía tener todo bajo control: ocho discos de estudio, 35 premios Grammy, casi 100 nominaciones, una fortuna estimada en más de 800 millones de dólares y una familia que es casi una marca propia.
Por eso, el título de Queen Bey no es gratuito. Sin embargo, ni las divas más grandes están exentas de tropiezos. La gira Cowboy Carter, inspirada en su último álbum —el más nominado en la historia del Grammy para una mujer— no ha tenido la venta de boletos que se esperaba.
A dos meses de haber iniciado la preventa, aún hay más de 3,200 boletos disponibles para el concierto inaugural en Los Ángeles, según Ticketmaster.
Los precios van desde los 85 dólares en venta oficial y hasta 35 en reventa. The Independent reportó que los últimos dos conciertos en el SoFi Stadium muestran más de 3,800 entradas sin vender por noche.
En la costa este, la fecha final en el MetLife Stadium de Nueva Jersey aún cuenta con más de 5,500 boletos. En Atlanta, Georgia, la presentación del 14 de julio tiene más de 5,800 boletos libres, incluidos los de pista.
En Londres, el Tottenham Hotspur Stadium aún presenta espacios vacíos para sus seis fechas. Live Nation, la promotora de la gira, negó que existan problemas de ventas. En marzo afirmó a Billboard que el 94% de las entradas ya se habían colocado.
Sin embargo, la información visible en los sitios oficiales contradice esas cifras. Algunas sedes, como Las Vegas y el Stade de France en París, sí han registrado alta demanda. En Francia, los tres conciertos programados agotaron 240 mil entradas en cuestión de minutos.
Como parte de su estrategia para reforzar la gira, Beyoncé y Levi’s estrenaron en abril el tercer episodio de la campaña publicitaria Reiimagine, homenaje a su icónico comercial Refrigerator de 1988.
En esta entrega, Queen Bey aparece en un restaurante carretero luciendo camisa vaquera Levi’s, shorts 501, camiseta blanca y pañuelo paisley rojo, acompañada por Willie Jones.