El pasado 26 de enero, frente a las costas de Tenerife, España, un equipo de biólogos de la ONG Condrik Tenerife realizó un hallazgo sin precedentes: un ejemplar vivo de pez diablo negro (Melanocetus johnsonii) emergió desde las profundidades hasta aguas superficiales, un comportamiento nunca antes documentado.
Este pez, conocido por habitar en zonas abisales a más de mil metros de profundidad, sorprendió a la comunidad científica al ser observado en la superficie durante el día. El espécimen, que presentaba signos de deterioro, falleció pocas horas después de ser avistado. Los investigadores sugieren que su ascenso podría deberse a enfermedades, corrientes oceánicas ascendentes o la huida de depredadores.
El video del encuentro muestra al pez diablo con sus características distintivas: dientes afilados, escamas oscuras y un apéndice bioluminiscente en su cabeza. La imagen del pez solitario emergiendo de su hábitat profundo conmovió a los internautas, quienes interpretaron su acto como una metáfora de valentía y exploración, destacando la «muerte poética» del animal al aventurarse fuera de su zona de confort.
Este avistamiento es posiblemente el primero en el mundo en el que se observa un ejemplar adulto de Melanocetus johnsonii vivo en la superficie y a plena luz del día, ofreciendo una oportunidad única para estudiar más a fondo esta enigmática especie de las profundidades marinas.









