Sólo uno de cada diez vehículos que circulan en la ciudad tiene cobertura de pago de daños en caso de accidente.
La cultura de la prevención entre los propietarios de automóviles continúa rezagada, al persistir la falta de interés por contratar un seguro vehicular que cubra daños materiales, gastos médicos o fallecimiento en caso de accidente.
De acuerdo con estudios de la empresa Seguricar, apenas uno de cada diez conductores circula con una póliza que ofrezca cobertura total.
El agente de seguros Juan Carlos Rodríguez Torres señaló que el cumplimiento de la responsabilidad civil en materia de daños cobra importancia únicamente cuando los automovilistas planean viajar a Estados Unidos, mientras que en territorio nacional se mantiene una marcada indiferencia.
Reconoció además la ausencia de medidas más estrictas por parte de las autoridades viales para exigir el seguro de daños como requisito indispensable para circular, lo que contribuye a mantener una cultura de desinterés hacia esta protección.
“Con el nuevo programa de Tránsito y Vialidad que busca mayor apego al reglamento, se espera generar conciencia entre los conductores sobre la importancia de contar con un seguro contra daños en accidentes viales”, expresó.
Rodríguez Torres explicó que el costo del seguro varía según el tipo de cobertura y las características del vehículo.
Por ejemplo, un Chevrolet Aveo 2017 con Cobertura Limitada —que no contempla daños materiales— puede asegurarse por aproximadamente 5,500 pesos anuales, mientras que la Cobertura Amplia alcanza cerca de 8,750 pesos al año, con opciones de pago mensual, trimestral o semestral, ya sea con tarjeta, cheque o transferencia bancaria.
El agente atribuyó la baja contratación de seguros a la falta de aplicación de sanciones por parte de las autoridades viales, pues “en México casi nunca se multa por no contar con seguro, a diferencia de Estados Unidos, donde cualquier infracción o accidente sin póliza se sanciona con multas muy elevadas”.
Finalmente, puntualizó que los seguros más solicitados son los de daños a terceros, por ser los más económicos, ya que cubren únicamente los perjuicios ocasionados a otras personas o sus bienes, además de los gastos médicos de los ocupantes del vehículo asegurado.