El gobierno de España confirmó hoy que el reportero navarro David Beriain y el camarógrafo vasco Roberto Fraile fueron asesinados ayer en una emboscada en Burkina Faso, estado de África Occidental, en donde se encontraban realizando un reportaje sobre la caza furtiva.
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, confirmó la noticia y explicó que ambos periodistas estaban trabajando en un documental en colaboración con una organización no gubernamental sobre la caza furtiva que azota un parque natural situado al este del país cuando sufrieron un ataque armado.
David Berain y Roberto Fraile era mundialmente reconocidos por una serie de excelentes documentales en el programa Clandestino que se transmitía a través de la plataforma de Netflix en donde lograron lo impensado grabando desde las entrañas del cartel de Sinaloa en México, y la Camorra en Italia.
El servicio consular español informó que trabaja en la hipótesis de que el móvil del ataque haya podido producirse por parte de grupos yihadistas que operan en la región o bandidos. “Es una zona peligrosa”, subrayó la ministra.
Se dio a conocer que el convoy en el que viajaban los comunicadores estaba integrado por dos vehículos tipo pick-up y una veintena de motocicletas en los que viajaban periodistas, agentes medioambientales y una escolta militar. Partió por la mañana de la localidad de Natiaboani y se detuvo en el kilómetro 60. Los españoles desaparecidos descendieron de una de los vehículos y comenzaron a manipular un dron para tomar fotografías aéreas, cuando inició el ataque.
En cuanto a los miembros que componían dicha expedición no se ha logrado localizar a un ciudadano irlandés, que también está desaparecido.

Se dio a conocer que el este y el norte de Burkina Faso han sufrido un aumento de la inseguridad durante los últimos años, especialmente a causa del repunte de los ataques por parte de grupos yihadistas, entre ellos la rama de Al Qaeda en el Sahel, el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM), y Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS), que han provocado además un incremento de los enfrentamientos intercomunitarios.
David Beriain, conocido por sus series documentales en la cadena DMAX, acababa de producir “Palomares”, un documental sobre las cuatro bombas nucleares que cayeron sobre un pequeño pueblo de Almería en 1966. Fue nominado al Emmy en 2019 por su documental “Latinos en el corredor de la muerte”.
En redes sociales a través de su cuenta de Facebook, el periodista Guillermo Azábal escribió lo siguiente:
“Decía David Beriain a Hernán Zin
que siempre formulaba una ecuación en la que si el riesgo que asumía era mayor al valor de la información que podía contar, estaba haciendo mal su trabajo.
Hoy hemos conocido que lo han asesinado junto a su compañero Roberto Fraile en Burkina Faso. Estaban reporteando sobre la caza furtiva en el país y nunca, nunca sus trabajos fueron malos. Pupilo de Leguineche y Meneses, los documentales y reportajes que ha realizado en la última década son un ejemplo, y motivo de orgullo, del mejor periodismo español.
Recuerdo cómo compañeros de profesión mexicanos me hablaban admirados de su serie ‘Clandestino’, cuando entró hasta las entrañas del Cartel de Sinaloa. Ningún periodista del mundo había llegado hasta donde él lo hizo y su serie tocó de lleno al país.
El mejor legado que nos deja son sus producciones, aportando luz en la Amazonía, Colombia, México, Irak, Afganistán, Sudán… o su documental sobre El Palmar de Troya. Y me dejaré muchos por el camino.
A Roberto Fraile ya lo habían herido en Alepo (Siria) y lo primero que hizo tras recuperarse fue medirse contra el enemigo externo (la guerra) y contra el interno (los miedos que todos tenemos) armado con su cámara.
Hasta el último momento se debieron al periodismo, a la verdad y a los derechos humanos; aun sabiendo que hacían sufrir a sus familiares con estas coberturas. Porque las personas de su alrededor, contaba Beriain, “me han querido de la forma más hermosa que existe: libre”.
Este periodismo sólo está hecho, como defendía Kapuściński, para las buenas personas; para los que se sientan a escuchar sin vendas ni egos; para los que saben que, aunque la cartera esté vacía y el corazón a mil, merece la pena escarbar y contar”.
DEP, David y Roberto.