El condado, que incluye a Houston, ha sido demócrata durante aproximadamente una década.
Austin.- El gobernador de Texas, Greg Abbott, prometió gastar una fortuna para convertir el condado de Harris en un bastión republicano. El condado, que incluye a Houston, es crucial para las ambiciones estatales de ambos partidos, pero ha sido demócrata durante aproximadamente una década.
Dos semanas antes de las elecciones, el gobernador Greg Abbott visitó un restaurante de barbacoa en el condado de Harris para animar a los votantes y compartir sus dos objetivos para las elecciones de mitad de mandato del próximo año. El primero es ganar su propia contienda, lo que le permitiría regresar a la gobernación
para un cuarto mandato.
La segunda es cambiar el rumbo del condado de Harris. “Tengo 90 millones de dólares en mi cuenta bancaria y voy a gastar la mayor parte en el condado de Harris, Texas, para asegurarme, distrito por distrito, de movilizar a los votantes que participaron en las elecciones presidenciales y a los que nunca antes han votado”, dijo Abbott . “Tenemos que ganar el condado de Harris y convertirlo en un bastión republicano”.
El condado, donde reside uno de cada seis tejanos, es crucial para las aspiraciones estatales de ambos partidos. Ha sido demócrata durante aproximadamente una década, tras haber sido durante otra década un condado indeciso que votó por George Bush en 2004, Barack Obama en 2008 y nuevamente, por un margen muy estrecho , cuatro años después; pero que también mantuvo a republicanos populares en cargos locales.
El ascenso del presidente Donald Trump eliminó entonces la mayor parte de la ambigüedad.
La última vez que Trump estuvo en la Casa Blanca, arrasaron en el condado en las elecciones de mitad de mandato de 2018. Entre los republicanos derrotados —59 jueces entre ellos— se encontraba el entonces juez del condado, Ed Emmett, quien hasta entonces había gozado de un amplio apoyo hasta que fue vencido por Lina Hidalgo, una joven de 27 años que nunca había asistido a una reunión del tribunal de comisionados que pronto presidiría.
Desde entonces, el condado con Houston como centro se ha man tenido como un contrapeso fiable al gobierno estatal de Texas, dominado por los republicanos durante tres décadas. Hidalgo ha discrepado con los funcionarios estatales en diversos temas, desde la respuesta del condado a la COVID-19 hasta las elecciones, como cuando creó nuevas —y a veces creativas— oportunidades para votar que provocaron la oposición y el escrutinio de los líderes estatales.









