Una reciente encuesta realizada por Reuters ha revelado que una mayoría de los votantes en Estados Unidos, incluidas personas afines al Partido Demócrata, apoyan la imposición de aranceles sobre los bienes importados desde China. Esta postura respalda la guerra comercial iniciada por el expresidente Donald Trump, quien durante su administración abogó por medidas proteccionistas para frenar lo que consideraba prácticas comerciales injustas por parte del gigante asiático. Aunque la retórica de Trump fue inicialmente divisiva, el creciente consenso muestra que una parte significativa del electorado estadounidense, preocupada por el déficit comercial y la pérdida de empleos en el sector manufacturero, respalda estas políticas arancelarias.
El argumento de Trump se ha centrado en proteger los empleos estadounidenses y frenar la dependencia de las importaciones chinas, una estrategia que parece resonar no solo entre los votantes republicanos, sino también entre los demócratas. La encuesta refleja que, ante la percepción de una competencia económica desleal por parte de China, una gran mayoría está dispuesta a respaldar impuestos más altos sobre las importaciones, buscando fomentar una mayor producción local y reducir el déficit comercial con el país asiático. Este apoyo podría jugar un papel crucial en las próximas elecciones, ya que ambos partidos reconocen la importancia de la política comercial en la dinámica económica global.