Las sanciones forman parte de los operativos de inspección y vigilancia que buscan frenar prácticas indebidas ante el semáforo rojo de disponibilidad del recurso.
El municipio intensificó las acciones contra el desperdicio de agua potable a través de la Coordinación General de Gestión Ambiental (CGGA), que reportó la aplicación de 15 sanciones recientes a ciudadanos, comercios e industrias sorprendidos en flagrancia.
El monto total de las multas asciende a casi 300 mil pesos. De acuerdo con la dependencia, las principales infracciones detectadas corresponden a establecimientos que arrojan agua a la vía pública, lo que además de significar un desperdicio, ocasiona deterioro en la carpeta asfáltica.
La coordinadora de la CGGA, Tania Taboada Blanco, explicó que el área de inspección y vigilancia opera de manera permanente en todo el municipio y tiene como funciones sancionar el mal uso del agua potable, los tiraderos clandestinos, así como podas y talas sin autorización.
Detalló que los reportes ciudadanos han sido fundamentales para detectar irregularidades, especialmente cuando se acompañan de evidencia fotográfica o en video.
No obstante, aclaró que no es posible multar sin pruebas suficientes, por lo que en esos casos solo se emite una amonestación administrativa.
Las acciones se desarrollan en coordinación con la Comisión Municipal de Agua Potable, lo que ha permitido atender fugas y otras anomalías de manera más eficiente, señaló la funcionaria.
Taboada Blanco exhortó a la ciudadanía a convertirse en “vigilantes permanentes” y denunciar el desperdicio de agua a través del teléfono 867- 714-7973, el sistema 072 o la página oficial de Facebook de la CGGA.
Las sanciones económicas por estas faltas van de 10 a 1,000 UMAs, dependiendo de la gravedad. Finalmente, recordó que el municipio se mantiene en semáforo rojo en cuanto a disponibilidad del recurso, por lo que reiteró el llamado a reducir el tiempo de la ducha, reutilizar el agua de lavadoras o aires acondicionados y evitar regar banquetas y jardines con manguera. “El llamado es a cuidar cada gota. El agua no puede seguirse desperdiciando”, concluyó.