Durante la conferencia que diariamente se refina por las mañanas en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dio a conocer que en próximas fechas se realizarán “Tianguis del Bienestar”… que no serán otra cosas que la oferta de productos confiscados… nomás que aquellos de valor no tan astronómico como el pueden alcanzar autos o propiedades inmobiliarias que luego se rematan en subastas.
“Estamos a punto de iniciar unos Tianguis del Bienestar. Ustedes saben que todo lo que se decomisa se lleva a bodegas, estamos hablando de ropa, de calzado, de ventiladores, aires acondicionados, juguetes, muchas telas, muchas telas…”, explicó nuestro cabecita de algodón.
La idea de echar a andar estos tianguis parte de que todos lo productos mencionados (y muchos más) ocupan espacios en bodegas… y las bodegas se tienen que rentar (obvio)… entonces, ¿para qué gastar dinero en rentas de espacios donde se van arrumbando productos que, a la larga, se echan a perder? Mejor sacarle jugo a esas confiscaciones.
Según los cálculos del presidente, se desocuparán aproximadamente 200… 300 bodegas en el país, y lo que salga de ellas será la materia con la que se armen los mentados Tianguis del Bienestar, los cuales, para beneficiar a la gente que de verdad necesita esos productos (y no gandallas que nomás compran para revender), se realizarán en zonas pobres del país.
“Entonces, van a haber tianguis del bienestar en las zonas más pobres, se va a llevar todo eso para que la gente lo aproveche. Pronto vamos a informarles”, aviso el mandatario nacional.
Uno sin saber, pero AMLO explicó que, cuando se tienen que desocupar las bodegas, lo incautado se tiene que quemar, ¿por? “para que no haya competencia desleal, se tiene que quemar o destruir todo lo que son rollos de telas y pacas de ropa”… pero con la institucionalización de los Tianguis del Bienestar, eso va a cambiar (con la realización de una reforma administrativa, claro).